Hola gente!!! Paso bastante tiempo desde la ultimo posteo.

Me gustaría comentarles esta vez sobre algo que me ha dado vueltas por la cabeza desde hace un par de días.

La cosa tuvo lugar cuando comencé a cuestionarme como manejarme ante la gente que hace daño deliberadamente o no. Siempre nos han enseñado que debemos dar la otra mejilla, que debemos bendecir a quines nos maldicen: todo cierto y bíblico, pero mi pregunta iba mas allá.

Quería saber porque debemos pagar bien por mal? Porque debemos pedir perdón cuando no hemos hecho nada malo sino mas bien, hemos estado en el frente de burlas y de palabras que lastiman tanto como actitudes de personas queridas de la cual esperamos nos defiendan o nos apoyen y en cambio se ponen en cómplices silenciosos de las que nos lastiman gratuitamente, que se yo porque… quizás ese día no fueron al baño a hacer sus necesidades y se han sentido constreñidos. Perdón por el termino pero si lo vemos del lado clínico, es valido.

La cosa es esta: pedimos perdón porque se nos ha enseñado y es bíblico, pero no queda ahí, la gente a la cual se lo pedimos (estoy hablando cuando una persona ha hecho algo en contra nuestra, nos ha agarrado en un mal día con las defensas bajas etc, y en vez de alejarnos reaccionamos diciéndoles la verdad, pidiendo que no se nos agreda o que no se metan en nuestras cosas cuando no pueden ni con su propia vida, en fin querer corregir a un necio… Prov 26:4 ) cree, al ser necia, que ellos tiene razón y que le debemos una disculpa cada vez que ha ellos se les ocurre hablar mal de nosotros, calumniarnos, injuriarnos y juzgarnos y nosotros los enfrentamos, no hablo de venganza que quede claro, solo respondiendo bien, tal vez con el tono alto por el dolor que nos ha ocasionado o por la emoción de querer hacerles ver que nos están lastimando pero sin agraviar ni despreciar, aun mas, con palabras de cortesía, para que no se sientan ofendidos; cosa que sucede con los necios, se sienten ofendidos por todo cuando son ellos los que ofenden y menosprecian.

Aun ellos han llegado aun punto que se creen con autoridad de seguir haciendo y diciendo cosas total nosotros pedimos disculpas si caemos en su red… la red de la necedad! Discutir con un necio por sus necedades te hace ser aun más necio que el mismo necio y es una carrera sin meta de llegada…

Esto es lo que tenia dando vueltas en mi cabeza. Porque debemos pedir disculpas y bendecir a los que nos maldicen, a los que nos juzgan, a los que cuando nos ven caídos vienen como alimañas a comer nuestras carnes? Porque Dios lo manda. Si!

Pero porque Dios manda algo así? si también dice que destruirá a nuestros enemigos y que no todos los que le llaman Señor Señor entrara al reino, o sea, no son hijos de Dios porque no hacen la voluntad del Padre?

Y entre estas preguntas vino a mi mente… el porque… y es que si nosotros hacemos todas esas cosas (por mas que a los que les pedimos perdón crean que ellos tiene la razón y que nosotros porque dimos la otra mejilla somos los culpables) somos bendecidos, porque no dejamos que el rencor ni la venganza se apodere de nosotros, ni llene de ira nuestro corazón y le quite el lugar de privilegio que tiene Dios en el.

No solo bendecidos sino que glorificamos y honramos a Dios porque le damos a El el primer lugar, porque no solo somos oidores de su palabra sino hacedores y así nos aseguramos el cumplimiento de cada una de las promesas que el nos ha dado.

El dice que honrara al que le honre, y como le honramos? Haciendo la voluntad del Padre. Y una de sus voluntades es que pidamos perdón, que no dejemos que sol se ponga sobre nuestro enojo, que demos la otra mejilla, que le demos la capa si nos piden el vestido, etc, en resumen que no nos pongamos a discutir con necios y sus necedades, porque como ya dijimos, es una carrera sin fin, que solo nos quita tiempo, y nos llena el alma de dolor, ira, venganza, rencor, cosa que solo nos enferman y no nos dejan disfrutar la vida en abundancia que Dios nos ha dado a través de la muerte de su hijo en la cruz.

Por cierto una muerte horrible para que vivamos en abundancia de confianza que en algún momento el va hacer todas las cosas nuevas, que nos sacara del pozo, que honrara al que le honre. Esto es lo que nos trae la abundancia de paz, gozo y alegría, la confianza en su victoria y en que no se duerme el que nos guarda y que el que pesa los corazones dará a cada uno su pago.


Los que nos queda a nosotros, los que le amamos, los que le creemos, los que esperamos en El, es hacer su voluntad, en este caso es perdonar, dar la otra mejilla, pedir perdón, dar la capa, bendecir o sea hablar bien y si no tenemos nada bueno que decir no decir nada, como cuesta esto ultimo, diría yo como dijo Pablo “no es que ya lo haya alcanzado sino que prosigo a la meta” pues si El lo pide es porque sabe que estas cosas nos harán bien, “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” Hb 12:11

Que las bendiciones de lo alto te den alcance, las disfrutes y las compartas!!!
Claudia D´Onofrio